Distinguir entre los efectos del óxido y la corrosión es importante cuando se ejerce en la industria de la construcción. Estos términos aparentemente idénticos, mantienen ciertas diferencias que pueden repercutir en el proceso del levantamiento de una estructura.
Este artículo, revela las distinciones entre estas alteraciones del metal y explica por qué el óxido no es malo y puede resultar de gran ayuda en la construcción. Además te compartimos formas de prevenir riesgos relacionados al desgaste de los materiales.
Diferencias clave entre óxido y corrosión
Para distinguir a la oxidación de la corrosión, es necesario conocer primero cuáles son sus respectivas definiciones. Por un lado, la oxidación ocurre cuando el material entra en contacto con el oxígeno, lo que provoca que la superficie del metal adquiera un color rojizo. En cambio, la corrosión sucede cuando el metal se ve afectado por el agua y por el medio ambiente.
A pesar de que puedan sonar bastante similar, existen diferencias contundentes entre la oxidación y la corrosión:
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Mientras que la oxidación es una reacción superficial, la corrosión es un proceso que afecta con mayor profundidad a los materiales.
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Los efectos de la oxidación pueden eliminarse con la ayuda de una lija o cepillo, por el contrario, los daños por corrosión no pueden ser removidos.
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La corrosión puede afectar la resistencia del metal así como el diámetro o grosor del acero, a diferencia de la oxidación, que no representa un daño significativo para la estructura.
¿Existen beneficios del óxido en la construcción?
La adherencia de los materiales puede verse beneficiada por los efectos de la oxidación. Esto ocurre cuando las varillas de metal quedan aisladas del oxígeno al ser cubiertas con el concreto de la construcción, y en todo caso, la oxidación refuerza la adherencia del concreto con la varilla. Este hecho está fundamentado por la normativa ACI 318S-14.
Además, a diferencia de como podría pensarse, no es necesario que las varillas oxidadas se limpien antes de usarse dentro de la construcción, ya que pueden ser utilizadas sin ningún tipo de problema tal y como están.
Riesgos de la corrosión y problemas relacionados
Es importante estar informado respecto a este tipo de fenómenos químicos que ocurren en los materiales de construcción, ya que implican una serie de riesgos y problemas no solo para la integridad de las construcciones, sino también para la seguridad de las personas.
Como se mencionó, la corrosión se refiere a alteraciones en las propiedades físicas de los materiales, lo que conlleva daños materiales y posibles pérdidas económicas a mediano y largo plazo para un proyecto. Esto se debe a que se reduce la vida útil de las varillas, los castillos, y otros elementos metálicos que conforman la estructura de la construcción.
¿Cómo se previene la corrosión?
Las consecuencias negativas de la corrosión son peligrosas y costosas. Por lo tanto, se han desarrollado diferentes tipos de métodos y soluciones para controlar este fenómeno y poder prevenir la corrosión de los metales expuestos a los elementos. Aquí te compartimos algunas recomendaciones:
Recubrimiento
Este procedimiento consiste en recubrir y proteger la superficie del metal con sustancias inhibidoras para detener la corrosión y que resista la degradación.
La pintura es uno de los recursos más comunes para lidiar contra la corrosión, gracias a su funcionalidad y accesibilidad. Las pinturas con base de zinc protegen contra la oxidación porque actúan como inhibidores anódicos, que impiden el deterioro del metal.
También existen recubrimientos metálicos, como el electroplating y el galvanizado, que cubren el metal a proteger con una capa de otro metal con mayor resistencia a la corrosión.
Protección contra la humedad
El contacto con el agua es el principal causante de la corrosión en los metales. La exposición prolongada a la humedad crea el ambiente propicio para la oxidación y corrosión de los metales más sensibles, como el hierro y el cobre. Por lo tanto, hay que evitarlo siempre.
Sin embargo, cuando no existe la posibilidad de proteger los metales del agua y la humedad se recomienda emplear materiales más resistentes, como el acero inoxidable.
Limpieza y mantenimiento
De la misma manera, es esencial limpiar y secar la superficie de los metales correctamente. Llevar a cabo revisiones de mantenimiento periódicamente, de acuerdo con las recomendaciones del fabricante permite asegurar que las propiedades del material se mantengan en condiciones adecuadas para el uso y no presenten riesgos de seguridad.
La longevidad de un edificio o estructura y la seguridad en una obra dependen significativamente de identificar cuando los elementos se encuentran dañados por corrosión, así como para saber cuándo aprovechar los efectos de la oxidación.
Asimismo, es importante escoger los materiales de la más alta calidad, evitando cualquier tipo de riesgo y pérdidas económicas. Para eso, en Mexlam ofrecemos materiales de primer nivel, además de asesoría experta para ayudarte a seleccionar tus materiales y mantenerlos en las mejores condiciones. ¡Contáctanos hoy para brindarte información y asesoría personalizada!